Si bien aún quedan algunos torneos Challengers por disputarse, el gran circo del ATP WORLD TOUR cerró un nuevo capítulo, uno más, y en esta ocasión dejó un sabor un tanto amargo para los tenistas nacionales.
El caso más significativo fue sin dudas el del tandilense Juan Martín Del Potro, quien disputó el Abierto de Australia y luego tomó la decisión de operarse la muñeca, lo que lo dejó fuera de casi toda la temporada; arrancó el año en la 4º posición del ranking mundial y lo terminó en la 259º.
David Nalbandian, el talentoso cordobés fue otro que anduvo entre idas y venidas con sus lesiones y recién a final de año pudo lograr buenas actuaciones con un título en Washington y resultando líder del equipo de Copa Davis nacional que perdió ante Francia por las semifinalesm capitaneado por Modesto Vásquez. Terminó el 2010 como el segundo mejor argentino en el 25º lugar del escalafón mundial, un puesto muy alto para las espectativas del unquillense, que seguramente el año que viene lo tendrá de vuelta en el Top 10.
Las alegrías llegaron por el lado de Juan Mónaco, quien se mantuvo regular en la temporada y finalizó 26º, alcanzando la semifinal en el Masters Series de Shangai perdiendo con el escocés Andy Murray por 6-4, 6-1. Otro destacable fue el interminable Juan Ignacio Chela; el oriundo de Ciudad Evita con todo su profesionalismo y dedicación logro alzarse con el título en Houston y en Bucarest con lo que quedó como el argentino más ganador del 2010. Terminó en la posición 39º.
Por el lado de los más jóvenes no se observa mucho recambio, aunque si son para nombrar los debuts en torneos grandes de Agustín Velotti (campeón Junior de Roland Garros), Facundo Argüello (finalista del Challenger de Belo Horizonte) y las buenas actuaciones de Diego Schwartzman en los torneos Futures.
Lejos de aquellos años con decenas de títulos ATP para los nuestros, este 2010 dejó un sabor agridulce, con algunas alegrías y otras desiluciones, como la eliminación en Francia de la Copa Davis, un torneo que pareciera que siempre está a la vuelta de la esquina, pero en realidad está mucho más lejos que eso.
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